¿Cada cuánto tiempo hay que hacer un mantenimiento de las placas solares?
El verano se acerca y cada vez disfrutamos de más horas de luz al día. Esto es una gran noticia para aquellos que cuentan con un sistema de placas solares en su hogar, ya sea para obtener energía eléctrica (placas fotovoltaicas) o agua caliente sanitaria (placas solares térmicas).
Una instalación solar, tanto si se trata de placas fotovoltaicas como térmicas, necesita de unos cuidados continuos tras su instalación. De esta manera, además de asegurarnos de que funciona correctamente, podremos alargar su vida útil.
¿Qué es necesario revisar?
Pero de nada sirve un aumento en las horas de luz solar si tus placas no están preparadas para funcionar correctamente. La única manera de aprovechar todo el potencial de tu instalación de captación de energía solar es si, a lo largo del año, te has preocupado por realizar un correcto mantenimiento de los aparatos.
Existen dos tipos de mantenimiento, el preventivo y el correctivo. Mientras que el primero puede tratarse desde una simple limpieza de la placa hasta una revisión a fondo de todos los componentes del sistema. Todo ello es necesario para verificar que tus placas están siempre a punto para que no tengas ningún problema.
El mantenimiento preventivo puede ser realizado en gran medida por el propietario de la instalación fotovoltaica, no obstante, existen tareas como el mantenimiento del sistema de captación, que sirve para garantizar la durabilidad de la instalación, un rendimiento óptimo y un funcionamiento seguro, de las que se tiene que hacer cargo un técnico especializado y con experiencia. Encárgate de las tareas que están en tu mano, y déjanos a nosotros el mantenimiento de placas solares más complejo.
Frecuencia de las tareas de mantenimiento
La frecuencia de las tareas de mantenimiento depende del tipo de mantenimiento y el componente. Si bien hay una tarea básica que debería realizarse siempre que la instalación lo requiera: la limpieza del cristal del captador. Con un simple vistazo puedes saber si el cristal requiere una pequeña sesión de limpieza para que pueda funcionar al 100%. Además de ese mantenimiento rutinario que puedes realizar tú mismo, hay otra serie de tareas necesarias:
- Cada 3 meses: es necesario realizar una limpieza de las juntas y conexiones, para prevenir grietas y fugas por la corrosión o deformación de los materiales. De la misma manera, sería necesario comprobar la integridad de la estructura de soporte, para detectar indicios de degradación. Esta revisión visual puedes hacerla tú mismo y, en el caso de detectar alguna imperfección, ponerte en contacto con un técnico especialista.
- Cada 6 meses: 2 veces al año es conveniente que un técnico haga una revisión de las partes más delicadas del captador, como pueden ser las tuberías y el aislamiento, comprobar que no hay humedad en el interior de la placa, fugas o deformaciones.
- Cada 12 meses: 1 vez al año es necesario hacer un mantenimiento de los captadores de la placa. Esta fase de mantenimiento no se debería obviar, ya que un mal funcionamiento de los captadores repercute directamente en el rendimiento del sistema. De nuevo, esta tarea debe ser realizada por un especialista que conozca a la perfección el funcionamiento de una placa solar térmica. De esta manera, detectará cualquier falla en el funcionamiento rápidamente, para repararla y que el suministro de agua caliente en tu hogar no se vea afectado en ningún momento.
El mantenimiento preventivo es siempre la apuesta más segura
La periodicidad en el cuidado evitará problemas y averías futuras. La prevención siempre es la apuesta más segura. El mantenimiento preventivo, además de suponer un ahorro, ya que es mucho más económico que el mantenimiento correctivo, supone el mantenimiento constante del rendimiento de la instalación. Esto quiere decir que con un buen mantenimiento preventivo, evitamos averías que paran el funcionamiento de la instalación y cuyo arreglo supondrá un sobrecoste.
El establecimiento de la frecuencia de mantenimiento depende de muchos factores. Además de los citados anteriormente, es fundamental atender a las condiciones climatológicas de la zona en la que se encuentre su vivienda. Zonas donde es más común el polvo en suspensión, por cuestiones climáticas, o porque esté junto a un camino de tierra transitado frecuentemente por vehículos, hará que la suciedad se acumule.
Para evitar las pérdidas que pueden producirse, basta con la limpieza frecuente. Así, estas no llegarán al 1% y no será perceptible en el rendimiento de la instalación solar térmica. Además de llevar a cabo las inspecciones periódicas y la limpieza de las placas, deben comprobarse las bombas de circulación, los acumuladores, los intercambiadores y las sondas, entre otros aspectos.
El equipo de Dankesol está formado por técnicos con años de experiencia en el mantenimiento de placas solares térmicas. Esto te garantiza la calidad en el servicio de mantenimiento de tus placas, para que puedas disfrutar de ellas durante décadas.