El tratamiento del agua potable en casa es fundamental para garantizar la calidad y seguridad de la misma. En este artículo, vamos a explicar las diferencias entre dos de los sistemas de depuración de agua doméstica más utilizados: el descalcificador y la ósmosis inversa de flujo directo. A lo largo de nuestro artículo te explicaremos cómo funcionan estos sistemas, sus beneficios y cuál es la mejor opción para ti.
¿Por qué es importante tratar el agua del hogar?
El tratamiento del agua en el hogar es esencial para eliminar impurezas y garantizar una calidad óptima para el consumo humano. El agua que llega a nuestras casas contiene minerales, productos químicos y microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud. Por ello, es necesario contar con sistemas de depuración de agua doméstica eficientes que nos protejan de posibles enfermedades y al mismo tiempo alarguen la vida útil de nuestros electrodomésticos.
Tipos de sistemas de depuración de agua doméstica: descalcificador y osmosis
Existen varios sistemas de tratamiento de agua en el hogar, pero en este artículo, nos centraremos en dos de los más populares: el descalcificador y la ósmosis inversa.
El descalcificador
Es un dispositivo que elimina la cal presente en el agua, reduciendo la concentración de sales minerales, como el calcio y el magnesio. Esto se logra mediante un proceso de intercambio iónico. La instalación del descalcificador se lleva a cabo en la entrada principal del agua en la vivienda y trata toda el agua que circula por las tuberías.
La ósmosis inversa de flujo directo
Este sistema, por otro lado, es un sistema que purifica el agua a través de una membrana semipermeable. El agua se somete a una presión que la obliga a pasar a través de la membrana, dejando atrás las impurezas y los contaminantes. Este proceso es más selectivo que el descalcificador y se emplea, generalmente, solo para el agua destinada al consumo humano, como beber o cocinar.
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Beneficios de tener un sistema de tratamiento de agua en casa
Ambos sistemas, descalcificador y osmosis inversa, aportan beneficios significativos al hogar. Algunos de ellos son:
- Agua más saludable: el tratamiento de agua potable en casa garantiza que el agua que consumimos esté libre de impurezas y contaminantes.
- Mayor vida útil de los electrodomésticos: al reducir la presencia de cal en el agua, los descalcificadores previenen la acumulación de sarro en tuberías y electrodomésticos, lo que prolonga su vida útil.
- Ahorro en productos de limpieza: el agua tratada con un descalcificador genera menos residuos, lo que se traduce en un menor uso de productos de limpieza y ahorro económico.
- Mejora del sabor del agua: la ósmosis inversa mejora el sabor del agua al eliminar impurezas y cloro.
¿Qué elegir: ósmosis o descalcificador?
La elección entre osmosis y descalcificador dependerá de tus necesidades y prioridades. Si lo que buscas es tratar toda el agua de la casa y proteger tus electrodomésticos, el descalcificador puede ser la opción ideal para ti.
Además, si vives en una zona con agua especialmente dura, un descalcificador es altamente recomendable.
Por otro lado, si tu principal preocupación es la calidad del agua para consumo humano y deseas un sistema de purificación más selectivo, la ósmosis inversa será la mejor opción. Este sistema garantiza un agua pura y libre de contaminantes para beber y cocinar.
En algunos casos, combinar ambos sistemas puede ser una solución óptima. Instalar un descalcificador en la entrada principal de agua para proteger las tuberías y electrodomésticos, y luego utilizar un sistema de ósmosis inversa en la cocina para obtener agua purificada para beber y cocinar.
En Dankesol llevamos a cabo la instalación y mantenimiento de ambos sistemas de depuración de agua doméstica. Si tienes dudas o necesitas más información te ayudaremos sin compromiso.