Evitar la cal en tu lavadora y alargar su vida útil
La lavadora es una máquina fundamental en el día a día de los hogares españoles, pero en pocos se le presta la atención que requiere para realizar un correcto mantenimiento de este aparato. La acumulación de cal en el filtro es una de las principales causas por las que una lavadora se avería o deja de funcionar. Evitar que esto suceda es la mejor manera de conseguir que tu máquina siga funcionando durante muchos más años.
¿Cómo afecta la cal en el funcionamiento de una lavadora?
La acumulación de cal puede provocar graves problemas en una lavadora, hasta el punto de estropearla definitivamente. La cantidad de cal que contiene el agua depende mucho de la zona en la que vivas, y es que la dureza del agua, que viene determinada por la cantidad de minerales que hay disueltos en ella, varía según la provincia, o incluso de la población o el barrio de tu ciudad.
La cal reduce el rendimiento de la lavadora, pudiendo provocar una obstrucción en las tuberías si no se limpia regularmente. La eficacia de los productos de limpieza es mucho menor, por lo que deberás usar más cantidad para obtener los mismos resultados de limpieza. La ropa que laves en una lavadora con cal acumulada no tendrá la misma suavidad, y además consumirá más energía para funcionar.
¿Cómo alargar la vida útil de tu lavadora?
La clave está en hacer un uso responsable del aparato, además de realizar mantenimiento constante. Hay distintas acciones que puedes llevar a cabo para que tu lavadora funcione a la perfección durante muchos más años. A continuación te dejamos algunos consejos para que tu lavadora se mantenga en buenas condiciones y evitar la acumulación de cal.
- Utilizar productos adecuados, especialmente diseñados para el lavado a máquina, y en cantidades correctas. Esas cantidades pueden variar según la dureza del agua que estás utilizando. Por regla general, en el envase del producto se indica la cantidad recomendada que debes utilizar en relación a la cantidad de ropa y la dureza del agua.
- No superar la carga máxima recomendada por el fabricante. Además de suponer un sobreesfuerzo para tu lavadora, ya que no se diseñó para lavar tanta cantidad de ropa, también es probable que la ropa no quede limpia.
- Sacar la ropa cuanto antes para que el tambor se seque lo más rápido posible tras el lavado y no haya problemas de acumulación de moho.
- Hacer un lavado a alta temperatura. Muchos modelos de lavadora ofrecen una opción de autolimpieza, donde usan agua a temperaturas muy elevadas para eliminar bacterias. Si tu lavadora no cuenta con esta funcionalidad, siempre puedes hacer un lavado con la temperatura más alta posible, incluso añadir lejía o vinagre al agua para una limpieza más a fondo.
- Limpiar el filtro. El filtro es la pieza del aparato donde se acumulan todas los restos provenientes de la ropa, como pelusas, botones, monedas, etc. Lo ideal es revisar la ropa antes de introducirla en el tambor, para evitar que esos objetos lleguen a la bomba, pieza fundamental para el funcionamiento. Para eso existe el filtro, para servir de barrera. Cada cierto tiempo se debe realizar una limpieza de ese filtro. Esta tarea se suele realizar tras haber hecho un lavado a alta temperatura.
Eliminar la cal acumulada no es la única solución para alargar la vida de tu lavadora. La alternativa está en la prevención, es decir, regular la dureza del agua antes de que llegue a tu lavadora. Este método previene el estrés que sufre la pieza y que tengas que estar tan pendiente de su mantenimiento. Para ello, necesitas instalar un descalcificador que module la dureza del agua de la zona en la que vives a niveles óptimos para tu lavadora.